Castillo de Xivert
Desde el Castillo de Xivert, situado en una de las estribaciones de la Sierra de Irta, disfrutarás de una magnifica vista de la Sierra y el valle de Alcalà.
Aunque su construcción es de origen musulmán (finales del siglo XI, principios del S. XII), con la reconquista de la plaza por parte de las fuerzas cristianas comandadas por la Orden del Temple. Sufrió posteriores modificaciones que hoy en día aún pueden apreciarse, como por ejemplo la separación del castillo y el poblado mediante una muralla, las imponentes murallas de sillería y las torres circulares gemelas.
El espacio total construido, de unos 8.000 metros cuadrados, se puede dividir en tres zonas: la alcazaba, recinto que ocupa la parte más alta del conjunto, donde se ubicaba la sede político militar, el albacar, espacio amurallado donde se refugiaba la población y su ganado en tiempos de enfrentamiento y, por último, la aljama o poblado, situado en la vertiente sur-oriental de la montaña y que también estaba amurallado.
Es en el castillo propiamente dicho donde se localizan las construcciones principales: torre celoquía, capilla gótica, torres gemelas, torre de poniente, aljibe gótico y una inscripción cúfica en la muralla externa, en el lado sur sur-este, pero es el recorrido íntegro de todo el conjunto el que nos puede ofrecer una visión mucho más amplia de lo que podría ser la vida cotidiana en aquellos días.
Cabe destacar, además, la red hidráulica de las casas musulmanas y, particularmente, el aljibe semienterrado, situado junto a la muralla exterior. El aljibe del castillo templario es otra obra significativa, situado al lado de la alcazaba y realizado en piedra de sillería con bóveda rebajada. Supuestamente fue aquí donde se firmó la carta de rendición de los musulmanes frente a los cristianos, en 1234, y finalmente, en el año 1609, después de la expulsión de los moriscos, fue definitivamente abandonado.
